18 abr 2009

Ocultismo NAZI


En términos generales, la expresión ocultismo nazi se refiere al conjunto de prácticas y creencias religiosas sostenidas real o presuntivamente por los nazis. Sin embargo, en un sentido más estricto es usada también para referirse a la influencia directa que tuvieron diversas corrientes ocultistas en el desarrollo del nacionalsocialismo o, en todo caso, a las creencias e intereses espirituales de los líderes nazis.

Se sabe que oficiales del alto mando nazi como Heinrich Himmler, Richard Walther Darré, Rudolf Hess y Alfred Rosenberg, tenían un gran interés en el ocultismo. Las creencias religiosas de Adolf Hitler han sido objeto de un exhaustivo análisis y debate. Era aficionado a la astrología, a la mitología, el yoga, la mística medieval.

Los conceptos clave incluyen el conocimiento sobre los orígenes de la raza aria (y su “pureza” ligada a los teutónicos o a las tribus germanas), y la superioridad de los arios por encima de todas las demás razas.

En el misticismo nazi, son importantes varios lugares como la Atlántida, Thule, Hiperbórea, Shambhala, Agartha y la estrella de Aldebarán los cuales se consideran como los hogares originales de la raza aria y el superhombre.

Otra creencia habla sobre la raza maestra (Herrenrasse) la cual fue corrompida y debilitada por medio de la mezcla con otras razas consideradas inferiores.

Asimismo, uno de los datos centrales que ilustra este conjunto de creencias, y uno de los que más popularidad ha cobrado, fue la búsqueda del Santo Grial por parte de los Nazis. Otto Rahn, investigador, miembro de las SS y autor del libro La corte de Lucifer lo buscó en Montsegur, y el propio Heinrich Himmler acudió a Montserrat el 23 de octubre de 1940, supuestamente en su búsqueda, acompañado de Karl Wolf, su jefe de estado mayor y mentor de Rahn, a quien introdujo en las SS. Himmler llevaba consigo la obra de Rahn (que había fallecido el año anterior), La corte de Lucifer, la cual ordenó distribuir gratuitamente entre los oficiales de alta graduación del cuerpo.

Himmler concedía a ciertos elegidos un anillo (Totenkopfring) que, según algunos autores, indicaba un rango de iniciación en las creencias de tinte esotérico que caracterizaban a la alta cúpula de las SS, creencias que se traducían en rituales mágico-paganos que se practicaban durante los solsticios o equinoccios y propugnaban la exaltación de la raza aria.

Otras de las prácticas que atraían el interés de los Nazis eran el Espiritismo, el Mesmerismo-magnetismo, el significado de las runas y la astrología. Si bien el gobierno no exigía pertenecer a algún culto específico, es cierto que dentro de ciertos círculos de líderes influidos por las creencias paganas de Alfred Rosenberg, se propugnara un Neopaganismo como una contraposición al judeocristianismo, con Himmler como uno de sus principales adeptos. Himmler creía ser la reencarnación de Heinrich “el Cazador”, fundador de la estirpe real de Sajonia, en el siglo X, y entregado al paganismo, se proclamó adorador del dios Wotan.

El interés por el Catarismo fue, sin embargo, otra nota dominante; Otto Rahn tenía a los Cátaros por legítimos guardianes del Grial y consideraba el Catarismo como una religión ecuménica y capaz de unificar Europa. Rahn falleció el 13 de marzo de 1939, y una de las teorías, a la que en general se le ha concedido bastante verosimilitud, apunta a que habría muerto de frío en el Wilden Kaiser, practicando el Endura Cátaro, una especie de suicidio ritual.

1 comentario:

  1. Desde Peru para el mundo.....Muerte a los malditos NAZI!!!!!!

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